El conjunto de los tres edificios que albergarán los distintos programas se plantea como una unidad, un gran volumen unitario, como un sólido opaco a las calles circundantes, en definitiva un único edificio.

Biografía
Robert Terradas (Barcelona, 1944), doctor arquitecto y director de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura La Salle (Universidad Ramón Llull) desde 1997, fundó Terradas arquitectos en 1976 junto a Esteban Terradas (Barcelona, 1950), doctor arquitecto desde 1993 y profesor de la ESTAB. Desde sus inicios han combinado la actividad profesional con la enseñanza tanto en su ciudad natal como fuera, dándoles una visión más amplia de la arquitectura, han afrontado proyectos de distintas escalas especializándose en sus inicios en proyectos museísticos, como el Acuario de Barcelona o el Cosmo-Caixa de Madrid o Barcelona. El estudio, formado por un equipo de profesionales apasionados por la arquitectura, afronta proyectos en distintos países como Francia, Corea, China, Chile y Panamá siempre desde la perspectiva de la investigación, creatividad e intercambio. En la actualidad realizan proyectos tanto para la administración pública como para agentes privados. Sus proyectos se han publicado en revistas nacionales e internacionales, han sido reconocidos por su trabajo en distintos premios de  arquitectura como finalistas del premio FAD o Premio de la Ciudad de Barcelona en 1997, así como han sido invitados a mostrar su obra en conferencias alrededor del mundo (Canadá, EEUU, Suiza, Reino Unido, Chile, Túnez, Italia).

Datos del edificio
Concurso: Septiembre de 2010, 1º Premio
Programa: Comisaría Policía Portuaria, Archivo general y Conservación general
Cliente: Autoridad Portuaria de Barcelona (www.portdebarcelona.es)
Localización: Ronda del Port, Tramo
VI. Puerto de Barcelona
Superficie: 7.411 m2
Presupuesto: 12.144.085 euros
Autores del proyecto: Roberto Terradas,
Esteban Terradas (www.terradasarquitectos.com)
Colaboradores del proyecto: Marc Arnal, Isaac Martí
Estructuras: CV.ARQ – Carles Campanyà, Emiliano López
Instalaciones: JG Ingeniería
Arquitecto técnico: Toledo – Villareal

El objeto del proyecto es construir un conjunto de tres edificios para albergar las nuevas instalaciones de la Policía Portuaria, el Archivo general y las oficinas, talleres y almacenes del departamento de Conservación de la Autoridad Portuaria de Barcelona. Tres edificios con programa y usuarios distintos, en un mismo solar situado en la zona portuaria de Barcelona, a los pies de la montaña de Montjuic, una zona visualmente muy atractiva aunque hostil a escala humana. Este ámbito del Puerto se conforma a base de grandes áreas de almacenamiento de contenedores, aparcamientos de vehículos, edificios de carácter industrial y de vías de circulación; todo el conjunto está planteado para el perfecto almacenaje de las mercancías y la circulación de los vehículos que las transportan. En definitiva, es la ciudad del contenedor y del vehículo, donde la escala humana no ha sido considerada. El emplazamiento se encuentra situado en la Ronda del Port Tram VI, arteria principal del puerto por la que circulan continuamente un gran número de vehículos de gran tonelaje y longitud que generan una elevada contaminación tanto acústica como visual. Al otro lado de esta
arteria encontramos una gran superficie llena de contenedores apilados que impiden la visión del mar, a pesar de la proximidad del solar a la línea de costa. El proyecto nace de la mirada atenta del lugar, de lo próximo, y se plantea desde el punto de vista del usuario con el fin de mejorar el entorno cercano. El conjunto de los tres edificios que albergarán los distintos programas se plantea como una unidad, un gran volumen unitario, como un sólido opaco a las calles circundantes, en definitiva un único edificio. Una escultura de Chillida conformada por el vaciado geométrico de un sólido sugiere plantear el edificio de la misma manera, un volumen que se recorta, que se vacía. Para ello se generan vacíos interiores, a modo de oasis, con la intención de crear espacio donde el usuario se sienta a gusto, protegido del ruido y de la visión del tráfico de la zona. La geometría que genera estos vaciados no es ajena al lugar ya que se basa en el perfil que recorta los muelles provocando entradas y salidas del mar en la tierra. Patios interiores controlados visualmente y aislados del entorno donde generar un nuevo paisaje domestico y relajante. Dichos patios son acristalados en su totalidad para captar la máxima luz y disfrutar del espacio controlado y vegetal de los mismos. Debido a que los patios tienen distintas orientaciones se ha pensado en un sistema de control de la radiación solar en aquellas fachadas de los patios que por su orientación así lo requieren. Esta protección se realiza al incorporar unas celosías compuestas por deployé metálico, también de cobre, de distintos niveles de perforación según las necesidades de cada orientación.

 

Por otro lado, esta operación de vaciado del volumen unitario nos permite responder a la complejidad del programa. Para ello los recortes realizados en el sólido se han dispuesto estratégicamente para delimitar las piezas que conforman el programa y solucionar así las diferentes circulaciones y usos que se dan en las tres partes diferenciadas de éste. La zona más al Norte es la destinada a la Policía Portuaria, la más próxima a ésta es la destinada al Archivo general y la más alejada de la Ronda del Port es la dedicada al departamento de Conservación de la Autoridad Portuaria de Barcelona. Para reforzar la imagen unitaria del nuevo edificio se reviste todo él, cubierta y fachadas, con el mismo material. El acabado elegido es el cobre por sus prestaciones y durabilidad en un entorno tan agresivo como es el marino, y por ser un material que le da al edificio un carácter singular en contraposición al resto de edificaciones de la zona portuaria.

 

Como estrategia proyectual la voluntad del proyecto es diferenciarse de los edificios existentes respondiendo así al uso público que tiene un equipamiento de estas características. La mayoría de los edificios de la zona son naves industriales concebidas desde el punto de vista funcional, cerradas en si mismas, y que están situadas detrás de un muro de hormigón de 1.2 m de altura que se usa para delimitar todas las parcelas en esta zona del puerto. Para ello el nuevo edificio propuesto dará fachada a las calles colindantes y “romperá” el muro de hormigón continuo, en su lugar se urbanizará la zona con un espacio ajardinado, poco frecuente en este sector del puerto. La urbanización
también se ha concebido para humanizar el lugar integrando a todos los elementos, las marquesinas del aparcamiento de vehículos, etc., con enredaderas y árboles de esta forma se consigue un entorno más amable y cercano dentro del caos ordenado que caracteriza a esta zona portuaria. La nueva fachada, 72 m, continua de cobre se recorta en su parte central por un patio acristalado que invita a entrar y que conduce al acceso peatonal, primero, de la zona de Archivo y Policía Portuaria y, posteriormente, a la zona de Conservación.

 

Las circulaciones rodadas también se diferencian en recorridos y accesos, por lo que se aprovechan los dos accesos diferenciados que tiene la parcela en sus dos extremos opuestos norte y sur. El primero es exclusivo para la policía y visitas y conduce a la parte posterior de la parcela donde está el aparcamiento descubierto de coches patrulla y visitas. El acceso sur se reserva para los vehículos particulares de los trabajadores del nuevo edificio y para los camiones y furgonetas que tengan que acceder a los talleres y almacenes de Conservación. El edifico pretende ser un hito dentro de la zona portuaria mejorando el lugar y sobre todo un sitio donde sus usuarios se sientan a gusto, como en un oasis en medio de los contenedores, camiones y líneas férreas que les rodean.