Proyecto Rodon Arquitectes
Este archivo comarcal es el resultado de la rehabilitación de dos naves industriales de 1956, poco significativas, de las que cabía aprovechar sus grandes luces y su capacidad de carga.
Situadas en un entorno industrial, degradado y en transformación, se hacía especialmente necesario dotarlas de un aspecto totalmente nuevo capaz de alejarlas de su último uso como funeraria municipal. La rehabilitación de estas naves debía marcar, además, una pauta de excelencia en la modificación de este barrio industrial que lentamente se convertía en barrio residencial.
Para ello decidimos transformarlo en un edificio con grandes ventanales, con mucha luz, blanco… Conservamos el volumen de sus naves, el semisótano, parte de la estructura de planta baja y lo dotamos de una nueva fachada capaz de generar leyes insólitas de relación entre sus espacios interiores y con la ciudad que lo rodea, revitalizando el paisaje del lugar y su entorno.
La nueva fachada portante se perfora con una sucesión de huecos romboidales y triangulares que definen el interior y el exterior del edificio generando un fluir de paisajes y lecturas singulares y cambiantes, que recorren los diferentes espacios.
Asimismo, decidimos eliminar el volumen del chaflán para formar un ámbito propio de acceso que evidencia la geometría original de las naves con sus cubiertas a dos aguas.
La nueva cubierta utiliza un sistema altamente sostenible a base de cerchas y paneles de madera que aportan calidez a los espacios interiores. El compromiso en la aplicación de la madera como elemento destacable mereció el Premio Sant Josep 2015 otorgado por el Gremi de la Fusta.
Los archivos comarcales son centros de documentación e intercambio de conocimiento. Los 1600 m2 de la planta baja, con sus grandes alturas y espacios diáfanos, se destinan a salas de uso público y espacios de trabajo. Los 1600 m2 de semisótano, con sus accesos y muelles de carga independientes, se reservan para el depósito de los distintos archivos.
Este proyecto nos ha permitido entender la rehabilitación en arquitectura como el proceso de volver atrás, leyendo y escogiendo con precisión aquello que es realmente aprovechable, para seguir adelante, proponiendo lo necesario para volver a usar de manera adecuada a nuestro tiempo y el futuro del lugar. Un proceso que, en este caso, no arrastra el peso del valor de una arquitectura histórica y significativa a conservar, lo que nos ha permitido ensayar nuevas maneras de organizar las aberturas en una fachada que nos permitiesen recalificar espacialmente todos los ámbitos del edificio a reutilizar y revalorizar su percepción en el entorno.