Este despacho madrileño trabaja desde una aproximación geométrica sin perder de vista un entendimiento humanista de la arquitectura, con la conciencia de que la funcionalidad es fundamental, entendida como la parte complementaria necesaria para que la arquitectura cumpla su fin último: el de servir al hombre y a la sociedad.

BIOGRAFÍA

Olalquiaga Arquitectos nace en 1994, cuando Rafael Olalquiaga Soriano comien­za una nueva etapa de su trayectoria profesional en su propio estudio, después de haber colaborado durante 35 años con el arquitecto Ramón Vázquez Mo­lezún. En esos años también colaboró estrechamente con José Antonio Corrales.

En Olalquiaga Arquitectos somos herederos naturales de esa manera arquitectóni­ca, que aprendió Rafael junto a Molezún y Corrales, dos de los grandes nombres de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX, y que más adelante han aprendido Pablo y Alfonso de Rafael, a medida que se han ido incorporando al estudio después de probar y aprender en otras experiencias al principio de sus carreras profesionales.

ADN Y VALORES ARQUITECTÓNICOS

Recibimos un legado que marcan un pensamiento y una filosofía de creación y trabajo en Olalquiaga Arquitectos a la que somos fieles desde la génesis de los proyectos hasta su último desarrollo. Trabajamos desde una aproximación geométrica sin perder de vista un entendi­miento humanista de la arquitectura. Se mezcla la producción de bo­cetos y maquetas (fundamentales antes, ahora y siempre) con conver­saciones de cómo se vivirán y disfrutarán esos espacios, como se verán esas formas desde la ciudad, desde el jardín. Esta aproximación huma­nista es poética cuando debe serlo pero sin perder la conciencia de que la funcionalidad es fundamental, entendida como la parte complemen­taria necesaria para que la arquitectura cumpla su fin último: el de servir al hombre y a la sociedad.

¿QUÉ DEMANDA EL CLIENTE HOY EN DÍA?

El cliente es cada vez más exigente, más aún en épocas de crisis. Al cuidado en el diseño tanto de los espacios exteriores como interiores hay que añadir una sensibilidad cada vez mayor por el entorno y el medio ambiente, lo que implica que los edificios sean cada vez más respetuosos y más eficientes energéticamente. Además, la precisión en la selección de los materiales y la atención a los detalles ha de ser máxima.

PROYECTOS EN CURSO

Actualmente estamos desarrollando en el estudio proyectos principal­mente residenciales, tanto de vivienda colectiva como unifamiliar, habién­dose obtenido su encargo principalmente mediante concursos. Destaca­mos Park and Palace, un edificio de 118 viviendas situado entre el Palacio Real y el Templo de Devod; Acacias Madrid Río, un edificio de 105 vivien­das en el Paseo de las Acacias, junto al río Manzanares; y Alcántara 25, donde se rehabilita un edificio que alojará 60 viviendas. Recientemente hemos finalizado un proyecto de 9 viviendas situado en el entorno de Puerta de Hierro. En fase de obra se encuentran también dos viviendas unifamiliares, una en la colonia Cruz del Rayo y otra en la urbanización Pradolargo, en una amplia parcela rodeada de pinos y encinas.

FUTURO DE LA PROFESIÓN

El futuro se presenta realmente incierto. Tras la crisis de 2008 nos en­frentamos en la actualidad a otro tipo de crisis de la que no hay prece­dentes recientes. Pensamos que la arquitectura se centrará en la reali­zación de edificios que sirvan a la sociedad en estos tiempos difíciles, como no puede ser de otra manera. En cuanto a arquitectura residen­cial el futuro estará en edificios comunidad tipo coliving, donde existan generosas zonas comunes y de relación, y en las viviendas sociales, destinadas en gran medida a los jóvenes y a aquellas personas afecta­das por la crisis económica provocada por la actual situación sanitaria. Los espacios se proyectarán atendiendo a criterios de máxima higiene, con óptima ventilación e iluminación, y en permanente contacto con espacios exteriores.