Este despacho madrileño busca aportar patrimonio arquitectónico a la ciudad, sumando el interés del proyecto en la trama urbana a la necesidad de lo simbólico. Consideran que construir, en todos los sentidos, es vital. Las ciudades necesitan más arquitectura, más apuesta y más intensidad.

BIOGRAFÍA

Desde el primer concurso para el hito del ICCA, denominado “Peón al cubo”, y que logró construirse en la pradera del Campus sur de la Universidad Politéc­nica, han pasado casi treinta años.

El objetivo es proyectar con la máxima tensión y efectividad. Proyectar con la intención de sumar conceptos arquitectónicos, de incorporar materiales testa­dos pero con nuevas lecturas en sus texturas o en sus formas. Aceptar los en­cargos desde el respeto mutuo y llevar las direcciones de obra con pulso cons­tante y noble. El estudio ha mantenido siempre esta postura, ahora somos más libres y disfrutamos el trabajo cada vez más, siempre con la misma intensidad.

ADN Y VALORES ARQUITECTÓNICOS

Aportar patrimonio arquitectónico a la ciudad, sumando el interés del proyecto en la trama urbana a la necesidad de lo simbólico. Considera­mos que construir, en todos los sentidos, es vital. Las ciudades necesitan más arquitectura, más apuesta y más intensidad. Los arquitectos no podemos marcar nuestro territorio ni enfrentarnos a promotores que no quieren “hacer”, somos todos los que debemos hacer ciudad

¿QUÉ DEMANDA EL CLIENTE HOY EN DÍA?

Más interés por la arquitectura, generar proyectos arquitectónicamente representativos, tener la capacidad de controlarlos técnica-económica­mente y la capacidad de transformarlos. Los proyectos, incluso en fases muy avanzadas de desarrollo, son proyectos abiertos. Los clientes pueden personalizar el producto introduciendo cambios de mayor o menor calado y la propiedad debe adaptarse a la cambiante demanda del mercado. Todo ello debe gestionarse con rigor para que no haya errores y no se vean afectados los plazos y el presupuesto del proyecto.

PROYECTOS EN CURSO

Hemos terminado Torre Australis y Torre Borealis. Ahora estamos cen­trados en la construcción de Paseo de la Habana 147, Corazón de María 6 y Zurbarán 26.

Nos han concedido Licencia para dos edificios residenciales en la calle Caleruega 79 y Juncal, y empezamos el primer hotel de Valdebebas y un Hotel Arte, todo ello en Madrid.

Estamos desarrollando en paralelo el proyecto de manzanas enraizadas para convertir barrios complejos en ciudad sostenible y verde evitando la gentrificación.

FUTURO DE LA PROFESIÓN

Es difícil de decir ya que, aunque la pandemia está suponiendo un he­cho traumático, está por ver que suponga un cambio profundo en unas formas y unos hábitos que tienen una inercia difícil de cambiar. Lo que sí es cierto es que la pandemia ha puesto el foco en aspectos como el programa de vivienda o la necesidad de impulsar la rehabilitación del parque inmobiliario.

En paralelo hay que proyectar para no facilitar el cierre de terrazas, as­pecto muy negativo en Madrid. Hay que conseguir vaciar las edificacio­nes con espacios exteriores o incluso de habitaciones completas en una dualidad interno-externo. Incluir la vegetación en los edificios, perforar lo existente, re-estructurarlo, apostando por un cambio en el concepto de habitar en lo urbano.