El Centro de Expresión e Innovación de Nuevas Tecnologías ocupa y regenera las antiguas instalaciones de la fábrica de ascensores Boetticher y Navarro, situadas en el barrio de Villaverde de Madrid.

Biografía

CHURTICHAGA+QUADRA-SALCEDO arquitectos, se funda en 1995. Han construido numerosas obras como resultado de premios en concursos nacionales e internacionales, principalmente de Obra Pública, Infraestructuras y Equipamientos. Su obra se enfoca en la íntima relación entre los aspectos físicos y sensoriales, entendiendo la arquitectura como un intermediario social, sensorial y atmosférico entre el hombre y su entorno. Han impartido conferencias, y seminarios en prestigiosas instituciones académicas nacionales e internacionales.

Entre las distinciones más destacadas se encuentran: Premio FAD 2012, Archdaily Building of the Year 2012, Premio COAM 2012, premio LAMP 2012, premio ENOR 2005, PREMIO ARQ JOVEN ENOR 2007, PREMIO COMUNIDAD DE MADRID 2003, PREMIO BIGMAT 2007, Premio INC. 2nd World Coolest Office 2011. Joaquín Lizasoain es arquitecto en Madrid y profesor de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá de Henares. Inicia su trayectoria colaborando en estudios relevantes –Navarro Baldeweg, Ábalos y Herreros-, para pasar a dirigir el equipo de arquitectura de la empresa de servicios profesionales IDOMACXT, en Madrid. En el año 2004 abre oficina propia para comenzar una nueva etapa independiente. Ganador de numerosos concursos de arquitectura, su obra también ha sido galardonada y publicada en revistas especializadas y en prensa. Entre sus trabajos profesionales se pueden destacar la Reforma interior de la histórica sede del BBVA en la calle Alcalá de Madrid (Primer premio del Ayuntamiento de Madrid a obra de rehabilitación del Patrimonio en el 2003, y Distinción Premios COAM 2003-2004), la Ampliación del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y la Recuperación de la Senda Real en la Ciudad Universitaria de Madrid.

Datos del edificio

Construido: 2010-2013 Arquitectos: Josemaría de Churtichaga, Joaquín Lizasoain Urcola. Arquitectos colaboradores: Rolf Brülisauer, Mauro Doncel Marchán, Antoine Hertenberger, Manuel Bueno, Emilio García Navarro. Arquitectos técnicos: Joaquín Riveiro, Martín Bilbao, Aitor Alarcia.

Estructuras: Euteca SL, Ingeturarte SL, Carlos Fernández Casado SL. Instalaciones: ACH Consultores.

Empresa constructora: UTE BOETTICHER (DRAGADOSFCC).

Cliente: Ayuntamiento de Madrid.

Superficie de actuación: 12.415 m².

Inversión: 24.5 M de euros

“Los tiempos de la explotación sin control se acaban. Saline Joniche lleva demasiado tiempo obsesionada por la productividad, sin valorar lo que estaba arriesgando. Ha llegado el momento de anteponer un sano equilibrio medioambiental ante cualquier propuesta que determine una acción impositiva al lugar. Es el momento de apostar por un rico ecosistema renovado, tremendamente atractivo y posicionarlo como referente mundial de la convivencia medioambiental, al que, sin duda, se irán acercando los inquilinos que merece. Serán estos los que finalmente dotarán de productividad al lugar. La propuesta restaura el paisaje acuático de marisma, superponiéndole la obsoleta capa industrial adaptada para convertirla en un nuevo soporte de vida.
Se pretende reestructurar el equilibrio natural, revertir el abuso producido por el hombre. En este largo proceso no deben borrarse las huellas producidas en este deteriorado entorno, estas permanecerán en la memoria, recordando a generaciones futuras los riesgos de esta inconsciente actitud. Se crea un ecosistema en continua evolución, donde el hombre debe convivir y al que el hombre se debe adaptar.”*

La intervención realizada en la nave Boetticher quiere convertirse en el revitalizador del barrio de Villaverde mediante la implantación de un equipamiento de vanguardia al servicio de los ciudadanos, y de la actividad empresarial involucrada en la actual revolución tecnológica y de la información.

El proyecto parte de mecanismos arquitectónicos de unificación del conjunto: dos realidades de distinto carácter, por un lado el propio espacio de la Nave recuperada, y por otro la extensión que tiene características contemporáneas y estrategias arquitectónicas nada miméticas con la nave.

El estrato horizontal funciona como una secuencia de actividades maciza en su estructuración pero transparente en su presencia. Los usos que se desarrollan en la nueva banda se racionalizan al máximo y se aprietan recíprocamente en su contigüidad, evitando espacios intersticiales.

La intervención cubre 2 caminos en paralelo: Por un lado, las obras de transformación de la fábrica Boetticher–única estructura original que queda en pié del antiguo recinto industrialatendiendo al programa de nuevos servicios propuesto en su día por el Ayuntamiento, y que están prácticamente finalizadas. Por otro, las obras de urbanización del entorno, proyectadas de acuerdo con el al Plan Parcial de iniciativa privada, trabajos que se encuentran en fase de ejecución. Proyectada en los años 40, la nave Boetticher es un ejemplo singular de la arquitectura industrial en hormigón de la posguerra. En planta es un rectángulo de 43 m x 139 m, con una superficie de 5.977 m2. Tipológicamente pertenece a los edificios industriales construidos íntegramente en hormigón armado. La propia organización del edificio es en cierto modo clásico, pues se basa en una organización basilical, donde una gran nave central se acompaña lateralmente por dos naves secundarias que complementan los espacios y sobre todo arriostran y organizan el conjunto. Las amplias bóvedas de hormigón atirantado que configuran el espacio se rasgan con unos amplios lucernarios para permitir la entrada de luz natural. Consta de tres naves o crujías; una central con una luz de 19m y dos laterales de luces 6.7m y 7.7m respectivamente. La altura máxima en la clave de la nave central es de 20m en el centro de la fábrica, y de unos 8m en las fachadas de las naves laterales. Las naves están formadas por un conjunto de pórticos longitudinales sobre los que descansan los tres sistemas de bóvedas atirantadas. Paralelamente a los pórticos longitudinales, se disponen poderosas vigas longitudinales cuya misión era soportar los puentes grúa de la propia instalación industrial. En relación con el contexto  urbano, la intervención realizada en la nave Boetticher quiere  convertirse en el revitalizador del barrio de Villaverde mediante la  implantación de un equipamiento de vanguardia al servicio de los  ciudadanos ,y de la actividad empresarial involucrada en la actual  evolución tecnológica y de la información. Con estos objetivos, el futuro  centro de Expresión e Innovación de Nuevas Tecnologías responde  tanto a las circunstancias urbanas marcadas por el entorno físico en el  que se encuentra, como a su inserción en el barrio de Villaverde  instalaciones industriales existentes, barrio contiguo, a el norte de la dcalle, parcelas contiguas del APR) y a su condición de equipamiento metropolitano-territorial.

La intervención
El futuro Centro de Expresión e Innovación de Nuevas Tecnologías pretende convertirse en una plataforma de desarrollo, formación e información tecnológica para la Ciudad, sirviendo de punto de encuentro y referencia de las nuevas tecnologías, mediante un espacio de exposición, demostración y divulgación, que permita a los ciudadanos disfrutar de un tiempo lúdico y a la vez formativo, y a las empresas que decidan instalarse mejorar su competitividad.
La intervención arquitectónica pretende integrar la estructura industrial histórica y protegida por Patrimonio, porticada y vertical, con un espacio ligero y horizontal de nueva planta, de manera que su combinación o fusión logre un soporte arquitectónico claramente funcional en relación con los servicios contemplados. El nuevo conjunto debe convertirse en un “demostrador” completo, tanto de sus múltiples actividades contemporáneas como de los sistemas técnicos y tecnológicos que lo soportan y alimentan. Este nuevo marco físico establecido asegura un elevado margen de flexibilidad en relación con los continuos cambios que viven tanto las tecnologías como sus necesidades de espacios, y garantiza una alta versatilidad, entendida como facilidad de adaptación, de acuerdo a las distintas necesidades emergentes en este sector. El proyecto parte de mecanismos arquitectónicos de unificación del conjunto: dos realidades de distinto carácter, por un lado el propio espacio de la Nave recuperada, y por otro la extensión que tiene características contemporáneas y estrategias arquitectónicas nada miméticas con la nave. Como mecanismo de “relación” entre estas dos partes funcionales, se ha propuesto el perímetro de la intervención, la frontera con el exterior, que se establece como un filtro vibrante y alegre, formado por elementos que permiten la transparencia de un interior permeable a los diversos flujos.

La nave Boetticher, el contenedor del futuro: Las impresionantes características espaciales de la nave resultan idóneas para todo tipo de usos expositivos: grandes dimensiones industriales en su origen pero de gran versatilidad en su configuración para usos contemporáneos.
La intervención realizada resulta respetuosa con sus características originales, tanto estructurales como arquitectónicas, de manera que aparece reforzada la soberbia escala de la antigua fábrica, y el espacio se convierte en un fantástico contenedor para las futuras actividades solicitadas. Un corte por un plano acristalado en el sector norte de la nave crea el gran vestíbulo de entrada. La escala majestuosa de este gran espacio de acogida logra una nueva dimensión para el Centro al activar en su nueva entrada un eje vertical junto con dos expansiones horizontales laterales que explican el funcionamiento del conjunto: a un lado –oeste- el soportal que recoge el flujo del gran aparcamiento y comunica con la torre de la innovación; y al otro, un espacio igual de comprimido pero más amplio, que enmarca el la franja de contenedores al fondo, filtrado por los árboles del espacio exterior, y se extiende en la banda de actividades. Una vez en el interior, la nave se transforma en un gran espacio, eje de las actividades de carácter más público del centro, sirviendo a su vez de vestíbulo para los usos establecidos en la banda.

La banda de actividades complementarias: El estrato horizontal funciona como una secuencia de actividades maciza en su estructuración pero transparente en su presencia. Los usos que se desarrollan en la nueva banda se racionalizan al máximo y se aprietan recíprocamente en su contigüidad, evitando espacios intersticiales. De esta manera la atmósfera horizontal proyectada originalmente se convierte ahora en una sucesión de espacios transparentes homogéneos y continuos, caracterizados por las distintas actividades que en ellos se desarrollan. Con esta disposición de los usos más complementarios, la nave se presenta como espacio vertebrador total del Centro, en un orden de tipo catedralicio en el que las naves laterales del “templo”, dan acceso a las “capillas individualizadas”.De esta manera, en la nueva relación establecida se invierte la relación típica de lo moderno, en la que un vestíbulo comprimido da paso a una actividad principal, para proponer lo contrario, que la gran escala vertical de la Nave Boetticher actúe de distribuidor para los nuevos usos contemplados.

La torre laboratorio: El prisma vertical articulado de manera independiente, ordena y complementa al conjunto a modo de minarete urbano. Su presencia sirve para señalar desde la distancia el centro, con el que se identifica mediante el uso del mismo filtro de color, siendo en este caso sistema estructural y de control solar a la vez. De acuerdo con su tipología, en la torre se localiza el programa de oficinas y vivero de empresas tecnológicas, futuro laboratorio de ideas para las TIC.

La cubierta energética: La banda de actividades genera una gran superficie horizontal de cubierta sobre la que organizar un campo de instalaciones energéticas asociadas al edificio: paneles solares, placas fotovoltaicas, cubiertas ajardinadas para control de temperatura, recogida de aguas para cubrir las necesidades de riego. Un demostrador tecnológico de los recursos energéticos empleados por el centro.