Martín Ponsá, ingeniero electricista, analizó el panorama actual y el futuro de la generación distribuida a nivel provincial, aún a la espera de la decisión del Poder Legislativo.

La provincia de Buenos Aires aún no ha adherido a la Ley Nacional N° 27.424 a poco más de tres años que se haya promulgado. Y desde el sector energético siguen las expectativas para que la generación distribuida continúe su avance en dicho territorio.

Recordemos que, pese a no estar la ley provincial y según el último informe de la Secretaría de Energía de la Nación, Buenos Aires ocupa el segundo escalón a nivel nacional en cuanto a usuarios-generadores se refiere,  con 119, que acumulan una potencia instalada de 793 kW.

Al respecto, Energía Estratégica se contactó Martín Ponsá, ingeniero electricista, quien manifestó que, aunque no esté la adhesión, observa un avance importante en la provincia:

“Hay muchos usuarios que apuestan a instalar paneles solares, el medidor bidireccional y de la misma manera encaran la inversión. Eso es positivo. Incluso parece que cada vez más las empresas se inclinan a mayores potencias, que instalan 150 o 250 kW”.

“El día que PBA se adhiera a la Ley Nacional N° 27.424, creo que la generación distribuida despega de una manera increíble”, agregó

– ¿Por qué denota que los usuarios y empresas se animan a mayores potencias? – Sobre este tema, el especialista apuntó a la eficiencia de los módulos fotovoltaicos y el aumento de potencia pico de los mismos.

“Hace dos o tres años se compraba un panel y tenía 250 kWp, mientras que hoy en día ya se consiguen hasta 465 kWp. Y también porque las empresas grandes ven la parte económica”.

“Al instalar ese tipo de potencias hace que puedas autoabastecer el autoconsumo y que se vea reflejado de manera directa en la facturación. Y si se pone el medidor bidireccional, se agrega el plus de obtener un rédito por el excedente”, explicó.

Por otra parte, el gobierno nacional recientemente actualizó los incentivos de generación distribuida mediante renovables, dispuso un aumento del 50% en los montos del beneficio promocional y mejoró las condiciones de acceso.

La disposición elevó el monto por unidad de potencia instalada desde 30 a 45 pesos por cada Watt, y el tope del monto máximo total a otorgar ascendió de $2 a $3 millones, es decir un aumento del 50% respecto a los valores fijados en 2019.

Martín Ponsá aclaró que “cualquier usuario puede beneficiarse con el crédito fiscal, pero siempre y cuando la provincia donde se esté instalando realmente esté adherida, por lo que toda la gente que hoy se encuentra en PBA, no está siendo beneficiada”.

Frente a ello apuntó que sería “espectacular” la adhesión provincial, así como también algún otro  tipo de incentivo hacia los usuarios: “Creo que estaría bueno un tipo de créditos no reembolsables para las viviendas con potencias chicas, como por ejemplo entre dos y cinco o seis kilovatios”.

Ya con vistas a futuro, al preguntarle sobre las expectativas, el ingeniero electricista comentó que: la tecnología ha acompañado y si se llega a llevar a cabo la adhesión, podría ser muy buen caudal de instalaciones fotovoltaicas que surgirán”.