Estas primeras líneas quiero dedicarlas a agradecer a Grupo Vía por su capacidad de convocatoria en temas relacionados con la arquitectura, el diseño y la construcción apoyando y estimulando aquellos que, relacionados con proyectos y buenas prácticas en arquitectura no son tan frecuentes en los encuentros de los Colegios Profesionales y Escuelas de Arquitectura.

Comenzaré sintetizando un texto que colgué hace unos días en Linkedin:

“Habréis leído muchas veces que se habla del papel de la fisioterapia, la terapia ocupacional, el trabajo social, la pedagogía, la educación, la atención en salud, diversidad y empleo etc. en la calidad de vida de las personas en general y en especial de aquellas con discapacidad, los adultos mayores o con problemas de salud mental. Pero ¿acaso se habla importancia del proyecto de arquitectura en la calidad de vida social, comunitaria y personal? Con seguridad se hace cuando algún arquitecto más o menos famoso ha recibido un premio y, sobre todo, cuando se enfoca un asunto fundamental para el planeta: la huella de carbono en el diseño y construcción de edificios, especialmente en zonas urbanizadas.

La responsabilidad de que los ambientes y edificios tengan calidad ambiental y espacial, no es de las leyes o normas, ni de los políticos y de los legisladores, ni de quienes tienen el poder para hacer presión sobre los redactores de las normas. Es de la arquitectura, del diseño, de la profesión: paisajismo, arquitectura, ingeniería, interiores, mobiliario. Es de la enseñanza en la Escuelas de Arquitectura, de las y los profesionales que ejercen su profesión con ética y estética que debe estar adaptada al momento, a las funciones que deben diseñar, a cómo funcionamos las personas para que siempre el resultado sea inclusivo y posea también calidad estética.

Soy arquitecta con muchos años de ejercicio de la profesión. Pero para trabajar con personas con diversidad intelectual, mayores con y sin deterioro cognitivo o demencias y con trastornos del espectro autista necesité cinco años de formación en neurociencia, concretamente en neurología de la conducta y neuropsicología. Fue a partir de esta formación y puesta la mirada en el proyecto que como especialista en arquitectura he tratado de dilucidar:

  • Cuáles son las mejores soluciones de diseño para ambientes y espacios construidos con la mejor aptitud para que sean utilizados por aquellas personas que pudieran presentar bloqueos parciales en la continuidad de los impulsos nerviosos de su Sistema Nervioso Central (SNC). Más concretamente en el cerebro y sus regiones aledañas.

Figura 1. El encéfalo, (Visible body).

Entrando directamente en materia: la neurociencia o neurología de la conducta espacial, me han facilitado el estudio de los materiales teóricos imprescindibles para identificar perfiles neurológicos pertenecientes a personas con autismo[1] que encuentran mejores respuestas para su desenvolvimiento si los escenarios o patrones espaciales, los proyectos, tienen en cuenta aquellas funciones neurológicas sensoriales, de la percepción, cognitivas, motoras y emocionales que caracterizan a la diversidad de casos de estas personas.

Me detengo unos segundos para aclarar ¿qué es un perfil neurológico?

  • Es un rasgo particular con el que he definido la variedad de casos de las conductas y el accionar que he identificado en el autismo, relacionados con posibles bloqueos sensoriales, perceptivos, cognitivos, motores o emocionales de las personas.

¿Y un escenario espacial?

  • Es un patrón de diseño que identificado para cada perfil neurológico o varios se adecua a las funciones neurológicas que pudieran estar implicadas para facilitar su desenvolvimiento espacial.

Figura 2: Estructura para colocación sistemática del listado de perfiles neurológicos y escenarios espaciales. Berta Brusilovsky.

 

 

 

 

A pesar de su amplitud, y gracias a los investigadores que desde las primeras décadas del siglo pasado estudiaron a los “autísticos”, como los llamaba Grynya Sukhareva[2] en sus primeros artículos y que Ángel Rivière sintetizó en el IDEA[3] (España a finales de los 90), se puede decir que la organización del proyecto y sus relaciones, la distribución funcional y en especial  sensorial, el diseño de la globalidad y de los detalles son capaces de bloquear o facilitar el desenvolvimiento espacial de personas con autismo.

Figura 3. IDEA de Ángel Rivière.

Desde mis investigaciones y proyectos de accesibilidad cognitiva pude construir un sistema que aplicado al diseño y a la arquitectura puede ayudar a que conductas y emociones se modifiquen. Y las personas se puedan desenvolver de manera más tranquila, relajada y cordial de una zona a otra de un ambiente  o en  espacios interiores de un edificio.

El constructo[4] que he logrado sintetizar en las investigaciones recoge los aspectos fundamentales que, partiendo del modelo para diseñar espacios accesibles espectro cognitivo[5], integran conceptos espaciales específicos para cada aspecto que, desde las investigaciones del autismo, se manejan como importantes componentes de funcionamiento.  Que la estructura y relaciones espaciales alteran o facilitan.

Como la complejidad e importancia del tema requiere mucho espacio y tiempo, de manera esquemática sintetizo aquellas que por ser muy importantes s deberían tener en cuenta el diseño:

El proyecto debe considerar los siguientes aspectos:

  • Organización funcional: relaciones de los espacios de acuerdo con una estructura secuencial, donde las encrucijadas estén completamente resueltas para evitar la confusión de ¿hacia dónde debo ir? Y siempre se anticipen los espacios en sucesión
  • Organización sensorial: esto requiere agrupar los espacios de acuerdo con niveles de estímulo alto, medio, bajo, pero siempre interponiendo zonas de transición que ayudan al la adecuación emocional entre las más y las menos exigentes.
  • La zonificación sensorial es importante, pero lo son mucho más los ambientes de anticipación, de transición y de adaptación. En el caso de que la estructura funcional no permita la secuencia sensorial, se interpondrán interfases[6] para equilibrar las emociones y los niveles de estrés o esfuerzo físico: por ejemplo, el juego inclusivo en el patio (más activo) y actividades formales y dirigidas en las aulas (menos activo).
  • Espacios interiores y exteriores que faciliten la comprensión del concepto del tiempo a través de la luz natural y artificial: los patios interiores.
  • Flexibilidad en las rutas espaciales para evitar que la costumbre invada o rigidice las conductas. Evitar que digan: “solo voy por allí”. Circuitos alternativos para abrir y cerrar o combinar circulaciones.
  • Anticipación y preparación témporo-espacial para evitar sorpresas si no están previstas y previamente compartidas.

 

Figuras 4, 5, 6. Espacios de transición y juego en interiores escolares (arquitecto Mario Corea y equipo. Argentina).

Figura 7: Rutas flexibles a través de circulaciones paralelas o perpendiculares, interiores y patios. Parque de innovación de Chihuahua. La Salle. Arquitecto Oscar Chavez México[7].

Figura 8: Rutas flexibles a través de interiores y patios. Parque de innovación de Chihuahua. La Salle. Arquitecto Oscar Chavez México[8].

Percepción:

El diseño debe centrarse en la globalidad de los elementos: formas y mobiliario, evitando un excesivo detalle ya que las características de la percepción en el autismo pudiera ser:

  • Distorsionada: cuando se hacen movimientos que no responden a las dimensiones reales, por ejemplo: se excede en la altura del paso en las escaleras.
  • Fragmentada: es una percepción “craquelada” que va más al detalle que al conjunto. Superficies excesivamente divididas o tratadas con materiales de dimensiones reducidas o subdivididas como el ladrillo: concentraría su atención en el detalle, disminuyendo su capacidad de interaccionar con el ambiente.
  • Inconsistencia o fluctuación: hipersensibilidad e hiposensibilidad: estar muy activo o aislarse.

 

Figura 9. Diseño  de pavimento que actuaría distorsionando la percepción. Entramados de Gey Lagar.

Seguridad espacial

Es imprescindible que el diseño asegure la tranquilidad y autonomía de las personas evitando:

  • Elementos que giran o hacen un ruido constante.
  • La simultaneidad de los elementos auditivos y visuales.
  • Las superficies de suelo complejas y fragmentadas que alteren la percepción
  • Las diferencias de alturas (escaleras) que alteran el equilibrio y pudieran provocar movimientos descontrolados que terminen causando accidentes.
  • Peligro de las puertas de salida ante los impulsos y deseos de salir corriendo.
  • “Efecto puerta” que lo bloquea en su intención de pasar de un espacio a otro. Aumentan estas reacciones si se colocan cierres o puertas automáticas.

Espacio y simbolización

  • Imitación
  • Ficción
  • Abstracción

 

Figura 10 y 11. Diseños que actuarían facilitando la imitación. Imágenes de la autora y Adela Valdeolivas.

Estos tres aspectos ligados a la actividad cerebral en áreas donde también podría situarse la imaginación aumentan las posibilidad de interacción y el juego, que en personas con autismo son menos expresivas. Incentivarlas a partir de patios de juego inclusivo completamente integrados en la estructura del edificio, pictogramas y figuras para imitar e inventar juegos mejorarían sin duda la posibilidad de socializar de las personas.

Nota

Las imágenes son propias o facilitadas por sus autores y todas pertenecen al texto “Accesibilidad cognitiva y espectro del autismo. Claves para el diseño. Editorial Incipite (2021) Madrid. Autoras: Berta Brusilovsky, colaboración de Gey Lagar.

[1] También con personas con discapacidades intelectuales o del desarrollo y adultas mayores.

[2] Científica de origen ruso, casi desconocida, que ya en 1925 publicó sus investigaciones en una revista rusa y un año después en la revista alemana Monatsschrift für Psychiatrie und Neurologie.

[3] IDEA “Inventario del espectro autista”, Angell Rivière.

[4]Brusilovsky, F. B (2021) Accesibilidad cognitiva y espectro del autismo. Claves para el diseño. Incipite Editorial

[5]Brusilovsky, F, B. (2018) “índice de accesibilidad cognitiva. Consideraciones para el diseño”. Incipite Editorial

[6] Espacios intermedios que se sitúan para permitir la acomodación a las diferentes exigencias sensoriales.

[7]Asesoramiento:  Berta Brusilovsky arquitecta y Rosario Valdivielso, Decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales. CSEU La Salle.

[8]Asesoramiento:  Berta Brusilovsky arquitecta y Rosario Valdivielso, Decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales. CSEU La Salle.